El uso complementario de submarinos ROV en operaciones de buceo
A día de hoy, las industrias que requieren trabajos subacuáticos no pueden prescindir de ROV ‘s que complementen los trabajos de buceo para velar por la seguridad y la eficiencia en los procesos. Depender únicamente de equipos de buceo tradicional, representa operaciones costosas, ineficientes y muchas veces inseguras para los buzos.
Enlistando solo algunas de las operaciones subacuáticas a las que los buzos se exponen, están las operaciones cercanas a fauna hostil, mantenimiento en plantas hidroeléctricas, mantenimiento a plantas de energía nuclear, inspecciones a tanques de enfriamiento, y muchas otras. Con una cantidad de tareas tan amplia y potencialmente peligrosas, el uso de ROV ‘s puede representar un enorme aumento de eficiencia y seguridad, así como un recorte en costes.
Inspecciones previas a la inmersión
El momento idóneo para optimizar costes y eficientizar operaciones es antes de que el buzo entre al agua. El empleo de un ROV para realizar inspecciones previas a la inmersión garantiza operaciones fluidas y seguras.
Los controles previos a la inmersión permiten al equipo identificar posibles riesgos y trazar planes puntuales para que el buzo no tenga que tomar decisiones complicadas debajo del agua. Una inspección del terreno también permite al equipo estar seguro de contar con el equipo adecuado y poder dar cotizaciones precisas a los clientes.
Sin duda, el control e inspección previo a la inmersión garantiza operaciones más seguras, optimizadas y eficaces. Una práctica que debería ser rutinaria para todos los equipos de buceo.
Monitoreo durante la inmersión
La utilización de un ROV durante una operación de buceo puede incrementar mucho la seguridad del buzo y a la vez generar más confianza tanto al buzo que sabe que su equipo lo está respaldando, como para el resto del equipo que está consciente y alerta de cualquier percance durante la inmersión.
Monitorear a los buzos durante las operaciones permite al equipo que está en la superficie asegurarse de que el buzo se mantiene seguro y siguiendo las medidas de seguridad. Al mismo tiempo, este monitoreo permite al equipo de la superficie percatarse de cualquier problema de inmediato y brindar ayuda de emergencia temprana que, en muchos casos, ha ayudado a salvar vidas.
El monitoreo durante las operaciones también representa un buen recurso para grabar las operaciones, estas grabaciones pueden tener muchos objetivos tanto para los mismos equipos de buceo, como para las empresas que los contratan. Las empresas de buceo suelen mostrar los videos de sus inmersiones como una muestra de su trabajo, estas grabaciones también suelen ser muy útiles para fines educativos en entrenamientos.
Buceo en aguas peligrosas
Los equipos de buceo pueden enviar un ROV a aguas peligrosas antes de la inmersión como medida preventiva, pero también es común que se requieran trabajos subacuáticos en aguas en las que ningún humano pueda entrar.
Claramente las circunstancias y los entornos hostiles no pueden ser un obstáculo para los equipos de profesionales que se dedican a solucionar problemas bajo el agua; si una instalación subacuática necesita una reparación, pero el agua es muy turbia o está contaminada de alguna manera, un ROV es indispensable para, por lo menos, identificar el problema. Por otro lado, hay situaciones en las que la exploración marina parece imposible debido a que el objetivo está muy profundo y la presión hace imposible que un humano pueda explorar el sitio.
Suele darse el caso en el que las temperaturas también hagan imposible la exploración de buzos, como es el caso de la misión en la que se descubrieron los restos del Endurance, en la Antártida.
En resumen, la versatilidad y seguridad de los ROV ‘s, en combinación con la destreza irremplazable de los buzos, nos permite realizar trabajos submarinos con una seguridad y ahorro de costes nunca antes visto.